Alan Hale, en Cloudcroft, Nuevo México, realizaba una búsqueda sistemática de cometas cuando el 23 de julio de 1995 descubrió un objeto brillando de undécima magnitud cerca de la agrupación globular M70, en la constelación de Sagitario. Por su parte, Thomas Bopp observaba el cielo con el telescopio de un amigo, cuando percibió un objeto no catalogado que resultó ser el cometa.
El cometa Hale-Bopp (cuyo nombre oficial es C/1995 O1) fue probablemente uno de los cometas más ampliamente observados en el último siglo y uno de los más brillantes que se han visto en décadas. Pudo ser contemplado a simple vista durante 18 meses y superó todo lo esperado cuando pasó por su perihelio (punto más cercano al Sol) el 1 de abril de 1997.
Para casi todo el que lo vio, el Hale-Bopp era sencillamente una bonita y espectacular visión en los cielos al atardecer. El largo período en el que permaneció visible y la gran cobertura mediática de la que fue objeto, probablemente lo convirtió en el cometa más observado de la historia, teniendo más impacto entre el público en general que el que tuvo el regreso del 1P/Halley en 1986, y sin duda fue visto por más personas de las que presenciaron cualquiera de las apariciones anteriores del cometa Halley. Fue un cometa que batió récords: el más alejado del Sol descubierto hasta entonces, con el núcleo más grande conocido, y pudo ser observado a simple vista durante el doble de tiempo que el cometa que anteriormente ostentaba este récord. Tuvo también un brillo superior a la magnitud 0 durante ocho semanas, más tiempo que cualquier otro cometa en los últimos mil años.
Datos fotográficos
Fecha: Año 1997
Cámara analógica: Minolta y teleobjetivo 200mm sobre trípode.